La semana pasada he hecho otra cueva gatuna, esta vez para Teito, sin duda un gato con suerte… Quedó preciosa y me consta que le ha encantado. Y es que no hay nada mejor para un gato que un lugar oscuro y calentito. ¡Les encanta esconderse! Y esta cueva para gatos es perfecta.
He utilizado trapillo, mimbre y mis ganchillos de madera para tejerla.
Alba, mi gata, se pone muy pesada cada vez que hago una cueva. En cuanto está hecha la base se tumba encima y no hay quien la mueva. Me cuesta la vida tejer con ella dentro, que pesa un montón. Pero esta vez se ha portado genial y no ha entrado a la cueva hasta el final. Eso so, no quería salir… Y yo aproveché para hacer mil fotos.
¿Qué te parece? ¿Tu gatete se volvería loco con un cueva como ésta? Estoy deseando que me lo cuentes…